Huevo poché

Bienvenidos de nuevo a "La Mezcla Letal", Sara a los aparatos. Los huevos poché, o también comúnmente conocidos como huevos escalfados, son, personalmente, una de las mejores formas de comerse un huevo: la clara está cuajada pero la yema sigue estando líquida y suave. El resultado óptimo de un huevo poché es el mismo que el de un buen huevo frito, pero para este no se necesita ni una gotita de aceite, lo que lo convierte en un fantástico substituto.
Mucha gente tiene un poco de miedo a la hora de preparar este huevo porque hacerlo perfecto requiere mucha técnica. Pero siguiendo un par de consejos, los huevos siempre os saldrán bien. Son muy coquetos y se pueden gastar para añadirle a un plato un toque de finura. Además, se pueden consumir solos pero también son muy versátiles, ya que combinan con infinidad de recetas. Son un espectáculo si están bien hechos: abrir el huevo y que la yema se esparza por todo el plato es precioso. Espero que os animéis a hacerlo y recordad que tengo redes sociales, asique si probáis a hacerlo no olvidéis etiquetarme. Esta es solo mi manera de hacerlos y con la que más cómoda me siento. Espero que os sirva y os guste.

INGREDIENTES para un huevo

1 huevo (fresco, por favor)
1 chorrito de vinagre blanco

1 pizca de sal

ELABORACIÓN

Empezaremos llenando un cazo o una olla con agua y poniéndola en el fuego a fuego rápido. Si voy a hacer solo un huevo, utilizo un cazo, ya que el agua llegará a ebullición antes y termino de hacer el huevo mucho antes. No queremos que el agua hierva violentamente, sino que lo que buscamos es un ligero hervor.
Romper el huevo en un cuenco o ramekín, porque introduciremos el huevo en el agua desde el cuenco. De esta manera evitamos que, al poner el huevo en el agua, de la fuerza se separe y se esparza. Lo que buscamos es que, de forma delicada, la clara envuelva a la yema.

El huevo en el cuenco

Cuando el agua alcance ese puntito de hervor, echar una pizca de sal y un chorrito de vinagre. El vinagre nos ayudará a que la clara mantenga un bonito color blanco y que arrope a la yema. Verter con mucho cuidado el huevo desde el cuenco al agua. Ahora bajaremos el fuego al mínimo y contaremos exactamente 3 minutos. Yo lo que hago es ponerme una alarma en el teléfono para calcularlo exactamente.

Poco a poco...

...la clara va envolviendo a la yema

Dejad que el huevo se cocine tranquilo y mientras pondremos un bol o un cuenco (dependiendo de cuántos huevos vayáis a hacer) con agua muy fría al lado de la olla, para introducir el o los huevos cuando pasen los 3 minutos. Esto hará que el huevo se enfríe y deje de cocinarse. Esto último no es necesario si solo vais a hacer un huevo y vais a coméroslo en el momento. Si vais a hacer más de uno o vais a tardar en coméroslo, este paso es necesario, porque del calor el huevo continuará cocinándose y la yema se cuajará.
Otro dato importante es que, si hacéis más de un huevo, recordad que el agua tiene que estar fría. Esto lo digo porque el agua se irá templando a medida que vayamos incorporando más huevos. Por tanto, tendremos que ir controlando la temperatura del agua y cambiarla o añadir cubitos de hielo para volver a enfriarla.
Una vez pasen los 3 minutos, con una espumadera o una cuchara grande de servir, retirar el huevo y colocarlo en el bol con agua fría. Tened mucho cuidado porque el huevo poché es muy delicado y se rompe con facilidad.

El huevo en el agua fría...esperando a que se hiciese el siguiente

Conservad el agua con la que habéis cocinado el huevo dentro de la misma olla.
El último paso se realizará solo si queréis que el huevo esté caliente. Para ello, justo antes de servir el plato, volver a introducir el huevo con cuidado dentro del agua con la que se cocinó, que aún estará ligeramente caliente, y tenerlo un par de segundos. Esto calentará el huevo pero no lo cocinará mucho más. Sacarla y secarlo con un trapo de cocina limpio o, en su defecto, con papel absorbente (con mucho cuidado que el papel no se quede pegado al huevo).
Colocar el huevo en el plato y servir inmediatamente.

¡Precioso!

¡Que aproveche!