lunes, 9 de febrero de 2015

Mousse de chocolate

¡Al ataque!

Bienvenidos de nuevo a "La Mezcla Letal" Sara a los aparatos. Hoy os traigo uno de los postres más famosos en el mundo entero: mousse. Pero dentro de ellos, el más famoso siempre ha sido el de chocolate. Como ya sabréis está buenísimo. Es muy fácil de hacer y se puede utilizar para hacer otros fantásticos postres. Es verdad que se puede comprar en casi todos los supermercados, pero merece mucho la pena hacerlo en casa. Espero que os animéis a hacerlo, quedaréis encantados y vuestros invitados también. Nos os perdáis las próximas recetas donde utilizaré esta mousse para crear otro tipo de postres. Espero que os guste.






INGREDIENTES

(El número de raciones dependerá del tamaño de recipiente que uséis. Esta vez llené 6 copas de vino hasta arriba)

300g de chocolate negro para postres
475ml de nata para montar
2 cucharadas de azúcar
4 claras de huevo
60ml de café (opcional)
Una pizca de sal

ELABORACIÓN

Aunque no sea una receta difícil es un tanto aparatosa, ya que se necesitan muchos boles. Como yo solo tengo uno que sea lo suficientemente alto (ya veremos luego por qué), trabajaré todo el rato con el mismo, retirando los ingredientes a un plato hondo y limpiándolo.
Empezaremos montando la nata, con varillas eléctricas o manuales, lo que tengáis o lo que os venga más cómodo. Para no salpicar toda la cocina, recomiendo el uso de un bol que sea grande y alto.

La nata montada
Retirar la nata a un plato hondo y guardarlo dentro de la nevera hasta que lo volvamos a necesitar.
En el siguiente paso montaremos las claras a punto de nieve, con varillas eléctricas o manuales. Al igual que antes, recomiendo un bol alto. Echar una pizca de sal para ayudar a que se monten.

Claras a punto de nieve
Sabremos que están bien montadas cuando seamos capaces de dar la vuelta al bol y que no se caigan.

¿Magia?
Añadir el azúcar y batir un poco más para que se incorporen, pero no demasiado porque se podría cortar la mezcla.

Las claras con el azúcar
Retirar las claras a un plato hondo y guardarlo en la nevera.

Derretir el chocolate al baño María y verterlo en un bol.

El chocolate derretido
Si quisierais añadir el café, lo cual recomiendo muchísimo, ya que potencia el sabor del chocolate, este es el momento. Aseguraos de que el café está caliente y, una vez lo echéis al chocolate, mezclarlo enérgicamente porque el chocolate tenderá a solidificarse.

El chocolate con el café

Incorporar al bol con el chocolate las claras al punto de nieve con el azúcar con movimientos envolventes, para intentar mantener esa esponjosidad que tienen las claras.

Empezamos...
A por la nata...
Por último, también con movimientos envolventes, incorporar la nata.

Añadimos la nata...
El mousse ya está listo
Si vais a usar el mousse de chocolate para otra receta, meter directamente el bol en la nevera y dejarlo reposar mínimo 2 horas. Si vais a servir solo el mousse, recomiendo que repose ya en el recipiente donde lo vayáis a consumir. Por ejemplo, esta vez utilicé vasos de vino como presentación (y un vasito pequeñín para la peque de la casa).

Preparados para la nevera
Una vez hayan reposado, la textura será más densa, como la de mousse. Añadir alguna decoración si se desea (ya que con esta textura ya podrá aguantarla. Antes su hubiese hundido). No lo mantengáis fuera de la nevera mucho tiempo, sobretodo si hace calor. Consumir frío.

Listos para comer
La textura
¡Que aproveche!

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