Tarta de queso estilo New York (New York Cheesecake)

Bienvenidos de nuevo a "La Mezcla Letal", Sara a los aparatos. Hoy os traigo una de las tartas más famosas del mundo: La tarta de queso estilo New York (New York Cheesecake). No es nada difícil de hacer y queda espectacular. Si queréis sorprender a alguien con una tarta, esta es vuestra mejor opción. Espero que os guste.




INGREDIENTES

250g de galletas de vainilla (tipo galletas maría, digestive...)
100-200g de mantequilla derretida
200ml de nata con un mínimo de 35% de materia grasa (nata para montar, heavy cream...)
EL zumo de medio limón
30g de harina
1 cucharada de esencia de vainilla
La ralladura de un limón pequeño y una naranja pequeña
900g de queso crema
330g de azúcar
100ml de leche
4 huevos
Opcional: Mermelada para decorar (fresas, arandanos, frambuesa...)


ELABORACIÓN

Precalentar el horno a 175ºC.
Empezaremos haciendo la base de la tarta. Triturar las galletas de la manera que queráis: podéis hacerlo en una picadora eléctrica o a mano. Para hacerlo a mano, simplemente romper las galletas en cuartos, meterlas dentro de una bolsa de plástico de cocina y, con la ayuda de un rodillo, darle golpes. Tanto como si lo hacéis a mano como si lo hacéis a maquina, no las dejéis demasiado trituradas, porque si la galleta se queda muy fina nos puede quedar después una base demasiado dura. Por tanto, si nos quedan grumos, mejor. A continuación, echar 100g de mantequilla y mezclarlo muy bien con las manos (limpias, por favor). Si cogemos un puñadito de galleta, lo apretamos y se queda con la forma, ya estará listo. Si se desmenuza con demasiada facilidad añadir 25g más de mantequilla derretida hasta que se consiga la textura. Nunca utilicéis más de 200g de mantequilla, porque quedará demasiado grasiento. Verter la mezcla de galletas y mantequilla en el molde. Para esta tarta es muy importante que el molde sea desmontable, porque si no lo es, desmoldarla puede costarnos muchísimo y correrá el peligro de romperse. Con la ayuda de las manos, repartir y comprimir las galletas por el fondo del molde y por los laterales (no habrá tanta galleta como para cubrir hasta arriba los laterales, pero si como para llegar a mitad altura).

Extendemos la galleta por la base y por los bordes del molde

Introducir el molde en la nevera para que endurezca y no se desparrame cuando echemos el relleno de queso.
Pasamos a la elaboración de la crema agria: en un bol echar la nata y el zumo de medio limón. Remover con una espátula. Rápidamente notaremos como la nata espesa considerablemente. La textura será un poco más espesa que la de un yogurt griego.

Nada más echar el zumo de limón...

...después de 1 minuto ¡mirad que espeso!

Esperar 2 minutos hasta que espese del todo y añadir la harina y la esencia de vainilla. Reservar en la nevera.

La crema agria con la harina y la vainilla

En otro bol (muy importante que sea grande), echar el queso crema y el azúcar y mezclarlo muy bien. Si el queso crema lo tenemos a temperatura ambiente será mucho más fácil de mezclar con el azúcar. Añadir la leche para ayudar al azúcar a incorporarse en el queso.

El queso crema con el azúcar y la leche

A continuación, echar los huevos uno a uno. Es decir, echar un huevo y remover hasta que esté incorporado y así hasta echar los 4 huevos. Añadir las ralladuras y la mezcla anterior de crema agria, harina y vainilla. Mezclarlo muy bien y verterlo en el molde.

El relleno ya está listo

Levantar el molde ligeramente y darle unos golpecitos contra el banco de la cocina para que se alise y se esparza lo más uniformemente posible.
Introducir el molde en el horno por 1 hora. Cuando pase 1 hora apagar el horno y dejar reposar la tarta dentro por unas 3-4 horas.
Es muy fácil que la tarta se raje por encima, pero si os pasa no os preocupéis, porque queda igual de rica. Esto suele pasar si se hornea demasiado o si sufre algún tipo de cambio de temperatura brusco.
La receta original de la tarta de queso estilo NY no lleva ningún tipo de mermelada, pero queda muy buena si se le añade. Nosotras pusimos en un bol 3 cucharadas de mermelada de fresa y 1 cucharada de agua y lo mezclamos muy bien. Después lo vertimos por encima de la tarta pasándolo por un colador, para que no hayan grumos. Si por lo que fuera veis que la mezcla está muy líquida, añadir una 4ta cucharada de mermelada.
Dejarla reposar en la nevera antes de servirla y listo.

¡Que pintaza!

¡Que aproveche!

No os olvidéis de pasar un cuchillo por los bordes de la tarta antes de desmoldarla para evitar que se quede tarta pegada al molde.